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14 de noviembre de 2010

Leticia (1º parte)

Estimado administrador, le envío este mail para que publique mi historia en la sección relatos, espero que le sea de su agrado y de todos sus visitantes.

Tengo 40 años, estoy casado, tengo 3 hijos y un trabajo bien remunerado. Mi jornada laboral comienza a las 9 de la mañana y culmina a las cuatro de la tarde, tengo un estudio de amplias y confortables oficinas, en fin, no me puedo quejar.

Confieso que de joven las hice a todas, pero desde que me casé hace 10 años, sólo tuve ojos para mi mujer, hasta que el destino, para bien o para mal cruzó en mi camino a Leti, una nenita de 23 años, que me sacudió la cabeza y aún agita mis pensamientos.

Acostumbro, todos los días antes de subir a mi oficina, a pasar por el barcito del lado a tomar un café, hojear el diario o encontrame con algún cliente.
El otro día, y para mi sorpresa, la moza que antes estaba y me atendía por años había renunciado. Carlos el dueño del bar, se acercó a mi mesa y me presentó a Leticia la nueva empleada, a la que saludé cordialmente.

Pasaron los días, y la relación fue de mayor confianza, hasta que un día mi secretaria, con la que suelo ir a desayunar me dice:
- che, tené cuidado con esta pendeja que te mira mucho
- jajaj bueno, gracias por cuidarme tanto
- en serio te digo, no es la primera vez que la veo, además cada vez que aparecés deja de atender las otras mesas y corre hasta donde estas vos.
- sabés que no me fijo en esas cosas, la piba es muy amable y nada mas
- amable?, esta pendeja te agarra y te da vuelta como una media.
- jajaja vos decis?
- decime en que bar despiden a los clientes con un beso?
- mmmm en este?

Estos diálogos se fueron repitiendo casi todos los días, mi secretaria taladrándome la cabeza con el tema, me marcaba actitudes, y en realidad razón no le faltaba.

Una tarde de viernes, salgo de la ofi para retirarme a casa, llovía como si fuera la última vez, corrí la cuadra que separa el edificio de la cochera, llegué empapado, y en el afán de entrar rápido no vi a una mujer que se guarecía del agua en la entrada del estacionamiento, llevándola por delante.
- perdón murmuré
- así tratás a la gente que te atiende bien?
- oooh Leti, disculpame no te vi
- estás empapapdo
- vos también
- hecha sopa estoy
- bueno vamos al auto
- al auto?
- si nena, vamos que te alcanzo
- gracias amigooo

Salimos lentamente, la visibilidad era escasa, demoramos unos 15 minutos en llegar a destino, me di cuenta en ese viaje, que lo que me decía mi secretaria era verdad.
Su blusa empapada no podía disimular unos pezones hermosos los que no podía dejar de mirar, y viendo su carita picarona, tuve que decir:
- mire señorita, viendo qe ud ya se ha dado cuenta que no puedo despegar la mirada de sus tetas, le voy a pedir que se siente de frente mirando hacia adelante
- jajaja que pavooo, si me siento así te voy a manchar todo el asiento, además no hay tanto para mirar.
- no? a mí me está costando cada vez más mirar para adelante.

Llegamos a su casa, me invitó a bajar, a lo que me negué, con su mejor cara de putita me pidió por favor que lo haga, que tenía que hablar conmigo de algo muy importante para ella.

Una vez adentro me alcanzó una toalla, se retiró unos minutos y apareció con nueva vestimenta. Nos sentamos a la mesa y café de por medio empezó su monólogo.

- Sé que esto sonará atrevido, impertinente, pero hace varios días que lo vengo meditando, y a este casual encuentro lo he tomado como una señal, por eso aprovechando que te tengo aquí sólito para mí, sin que tu antipática secretaria nos interrumpa es que quiero pedirte un favor.
- mmmm a ver...
- quiero trabajar con vos.
- ...
- no tengo experiencia, sólo he trabajado en bares, y la verdad que me he cansado, desde que te vi me pareciste un hombre espectacular, además de hermoso, creo que serías n buen jefe, que me puede enseñar a trabajar, y la verdad te digo, es la primera vez que deseo ir a laburar a un lado, no por necesidad económica, sino por una realización personal.
- bueno... la verdad no me esperaba esto, no está en mis planes incorporar más gente
- hago lo que necesites, quiero aprender, hacer experiencia para poder salir de los bares, perdoname por encararte así, pero es lo que siento en este momento.
- jaja me gusta tu actitud de ir al frente, en todo sos así?
- soy muy tranquila, pero si me propongo algo lucho hasta que no me den más las fuerzas.
- bueno, dejame ver que puedo hacer por vos. No prometo nada

Me levanté hacia la ventana para ver cómo seguía el tiempo, me quedé un instante contemplando la lluvia, cuando de repente sentí en mi espalda, como me apoyaba las tetas y pasaba sus brazos sobre mi pecho. Intenté moverme despacio para zafar, pero noté que no quería que lo hiciera, me dio vuelta y sin mediar palabra me besó de una forma increíble.

Ya no me resistí más, comenzamos a besarnos, mis manos no paraban de recorrer su cuerpo, las metía por debajo de su remera, apretaba sus gomas, las bajaba por el culo, acariciaba su concha por encima de las calzas que se había puesto, estaba al palo.
En un momento me apartó, dejó de besarme, me pidió un segundo, y comenzó a desnudarse delante de mis ojos, mirándome a los ojos fijamente se arrodilló, quitó mis pantalones, luego el boxer, tomó mi verga dura y empezó a petearla, siempre mirándome en forma fija.
- si me seguís chupando así voy a explotar ya! alcancé a murmurar
- es lo que quiero q hagas dijo volviendo a lamer lentamente

El final era cantado, una volcada hermosa, una boquita llena de leche, una pendeja que agarraba a un tipo muy tranquilo, y, como decía mi secretaria, lo daba vuelta como a una media.

Sé que esta introducción es muy larga, pero es necesaria para contar lo que estoy viviendo en la actualidad, le pido me responda a la brevedad si le interesa, y enviaré las sucesivas partes. Excelente su blog. RCM.


Estimado RCM, en breve publicaremos tu relato, agradecemos tu colaboración con el blog, y esperamos a la brevedad las partes subsiguientes.

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